miércoles, 21 de diciembre de 2016

Poema sobre la sesión "Experiencia interior y resistencia solidaria" de junio del 2016

David Rodríguez


Atrapado entre mis deseos, viviendo mi vida
en un mundo en ruta de colisión.
En busca de la soledad sonora.
Atrapado en mundo en ruta de colisión.
Sin brújulas, ni planes, ni certezas.
Sólo miles de rarezas y contradicciones internas.
Aprehendiendo a ejercer el poder de los sin poder.
En el silencio místico de la oscuridad iluminada.
Entre la locura y el saber, que se escapa
del desasimiento de la duda.
Sin etiquetas, ni escuelas, ni conocimientos fijos.
Atrapado en mundo en ruta de colisión.

Sobre el "mundo pantalla"


Orlando C. Guerra


El mundo actual piensa que la ciencia y la técnica están al servicio del ser humano y que ambas facilitan la vida haciéndola de manera más cómoda ante nuestros ojos. Pero en verdad, ¿qué es lo que tenemos ante nuestros ojos?, pues el dominio opresor de la técnica y la ciencia, de tal forma que lo hemos confundido con nuestro entorno convirtiéndolo en parte de nosotros como una necesidad básica. Al hombre se la ha quitado su visión periférica y se le ha anclado su mirada ante el hecho de que vivimos en un “mundo pantalla”. Este dominio nos tiene tan oprimidos que apenas somos capaces de quitar la vista de esos rostros electrónicos sin sentimientos ni expresiones que han sustituido y modificado de forma radical nuestra manera de relacionarnos.

 Es cierto que podemos comunicarnos con cualquier parte del mundo y conocer lo que ocurre a nuestro alrededor en todo momento, pero si hemos ganado con esto, ¿qué es lo que hemos perdido? Imaginemos por un momento que pudiéramos apretar el botón del OFF de la técnica y dejáramos de mirar nuestros móviles, ordenadores, tablets, etc… en principio parecería que nos lo han quitado todo, que no podemos hacer nada, es como si nos faltara la respiración, pero nuestra primera reacción es buscar al otro, preguntar qué es lo que ha pasado, surgiendo así una conversación, una conexión que va aumentando a  medida que vamos hablando con más personas. Y en esos intercambios observamos sus alegrías o desengaños, sus preocupaciones, sus necesidades, etc… al igual que ellos se darían cuenta de las nuestras, y todo ello gracias al cara a cara. 

Todo esto demuestra que estas relaciones tras una pantalla pueden carecer totalmente de sentimientos y verdad. Muchos ocultan su estado de ser y llegan a mentir, dando otra apariencia que en definitiva no es la que los define. Las relaciones cara a cara nos ponen a prueba con todas nuestras facetas al descubierto y hace que nos demos cuenta de cual son nuestras necesidades y nuestras prioridades. Existe un mundo “real” fuera de nuestras pantallas, que merece sin duda la pena vivir, el cual es más interesante y satisfactorio que ese mundo semi-virtual que hemos creado bajo el amparo de la técnica. Es hora de revisar lo que la técnica y la ciencia nos ha aportado como herramientas a nuestro servicio y descartar aquello que nos esclaviza, e incluso preparar un plan b para el día en que necesitemos hacer una revolución contra la técnica para que ésta quede derrotada, porque habrá muchos que la tienen tan asumida, que serían capaz de someter al resto de los hombres, con tal de sentirse siempre “conectados”.

No hay nada mejor que una buena compañía que proporcione una agradable conversación en un entorno natural en el que los sentidos y los sentimientos estén por encima de lo virtual, y donde el hombre domine la técnica y no sea dominado o esclavo de ésta. La cuestión que me pregunto ahora y si aún estamos a tiempo de conseguirlo o hemos atravesado ese umbral de no retorno que nos llevará en un futuro a revelarnos contra la técnica. Ahora tan solo me queda volver a conectar el botón del ON de la técnica y centrarme de nuevo en la pantalla para poder terminar este trabajo, pero no se equivoquen que una vez impreso vuelvo a darle al OFF.